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Los desperfectos en una vivienda que se encuentra arrendada pueden causar muchos quebraderos de cabeza. Entre ellos, los provocados por la presencia de agua en el interior del edificio. Las filtraciones suelen tener un origen fácil de determinar, pero no así la acumulación de vapor sobre las paredes o en las ventanas. Hoy, vamos a resolver una de las dudas más frecuentes ante estos casos: ¿quién paga las humedades por condensación, el inquilino o el propietario? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
Si eres un inquilino y sufres humedades por condensación, ¿quién paga?, ¿el propietario o tú? Para responder a la pregunta, primero hay que determinar por qué se ha producido dicha humedad, ya que la justicia reparte las responsabilidades en función de ello.
Para asegurarte de que los gastos recaen en la parte a la que corresponden, deberás acudir a un especialista que realice una evaluación detallada. En Sanysec, disponemos de un equipo profesional que valorará el área afectada e identificará los tratamientos antihumedad pertinentes mediante un diagnóstico gratuito.
El dueño debe mantener habitable el inmueble, pero no siempre tiene que hacerse cargo de las reparaciones que precisa la vivienda
Una vez dispongas del informe y sepas por qué se han producido las humedades por condensación, sabrás si quien paga es el inquilino o el propietario. En los próximos epígrafes veremos más a fondo cada caso concreto, pero te adelantamos que el mantenimiento de los inmuebles recae generalmente en los arrendadores.
Si conoces qué es la humedad por condensación, sabrás que puede tener diversas causas. Puede deberse a grietas o a problemas de impermeabilización, pero también es posible que surja porque una estancia no se ventila lo suficiente.
Según ocurra una cosa u otra, el responsable de las reparaciones cambiará. Así lo indica la Ley de Arrendamientos Urbanos, en la que se especifica que el propietario debe realizar todas las obras “necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad”, salvo cuando “el deterioro […] sea imputable al arrendatario”.
En función de quién sea responsable de la humedad, las reparaciones tendrán que sufragarlas el inquilino o el propietario
¿Y cuándo ocurre eso? Pues cuando la condensación en las paredes o en otras superficies es el resultado de prácticas incorrectas por parte del inquilino. Por ejemplo, tender ropa húmeda en la casa, abusar de la calefacción o no abrir las ventanas para que circule el aire. En esas situaciones, sería el arrendatario el que tendría que asumir los costes de la reparación. Pero hay que tener cuidado: en ocasiones, los dueños o las agencias inmobiliarias le atribuyen la responsabilidad al inquilino para no tener que hacerse cargo de las obras. ¡De ahí la importancia de un buen diagnóstico!
La citada Ley de Arrendamientos Urbanos determina una serie de responsabilidades para el inquilino y el propietario, al margen de quién paga las humedades por condensación. Estas versan sobre los plazos para proponer y realizar las obras, así como sobre los efectos que pueden tener en la renta que abona el arrendatario.
Te recordamos que es crucial que todas las notificaciones entre las partes se realicen por escrito. Las pruebas físicas serán fundamentales si el inquilino acaba pidiendo una indemnización por humedades, aunque lo mejor siempre es tratar de llegar a un acuerdo amistoso.
Si los fallos estructurales o el deterioro de los materiales aislantes están detrás de la humedad por condensación, quien paga es el propietario y no el inquilino. Pero la legislación va más allá, determinando también la manera en la que se deben llevar a cabo las reparaciones.
En ese sentido, será obligación del dueño lo siguiente:
El inquilino es quien paga cuando las humedades por condensación se deben al “desgaste por el uso ordinario” de la vivienda. Además de las grandes obras para solucionar problemas por agua, el arrendatario puede realizar pequeñas reparaciones —como aplicar pintura anticondensación para prevenir futuros desperfectos—, aunque, en ocasiones, tendrá que contar con la autorización del dueño.
Del mismo modo, se verá en dificultades si lleva a cabo intervenciones que perjudiquen la estabilidad del inmueble. En resumen, las responsabilidades del inquilino ante casos de humedad son:
Aunque determinar quién paga las humedades por condensación —si el inquilino o el propietario—, es importante, lo es todavía más ponerles remedio. La presencia de agua en un inmueble puede tener consecuencias desastrosas tanto para la salud de sus habitantes como para la propia seguridad de la estructura, por lo que actuar rápido es imprescindible.
En la mayoría de los casos, los aparatos para quitar la humedad por condensación no serán suficientes para solucionar el problema. En Sanysec te ayudamos a resolverlo de forma definitiva con una evaluación completa y gratuita, y un tratamiento exhaustivo con resultados duraderos. ¡Contáctanos y descubre nuestros servicios!
