Después de un duro día de trabajo, nuestro cuerpo necesita descansar adecuadamente para reponer todas las energías gastadas. Pero este descanso puede verse alterado por la presencia de un exceso de humedad a nuestro alrededor que puede llegar a afectar hasta al colchón en el que dormimos. La humedad en la cama es un problema y en Sanysec estamos para darte las mejores soluciones.
Para mantener el vapor de agua a raya es importante que lleves a cabo una serie de precauciones. Por eso, hoy te explicamos cómo puedes identificar si la humedad en la cama está superando los niveles recomendados para que busques la ayuda de un especialista en humedades y ponerle solución definitiva a este problema.
¿Cuándo te despiertas tienes una sensación de falta de aire? ¿Te levantas todos los días con tos continua? ¿La ropa de cama desprende mal olor? Entonces lo más probable es que tengas un exceso de humedad en tu dormitorio y, posiblemente, en el resto de tu casa.
Por este motivo, es muy importante que estés pendiente de una serie de aspectos que pueden ayudarte a confirmar si sufres de un descontrol en los niveles de vapor de agua presente en el aire. ¡Toma nota!
Para detectar si necesitas acudir a un profesional que pueda resolver un problema de humedades, lo primero que te recomendamos hacer es fijarte todos los días en la ventana o ventanas de tu cuarto. Si ves que la parte interior de los cristales están mojados y llenos de gotas de agua, producto de la condensación atmosférica, lo más probable es que tengas un problema de humedades.
Como hemos explicado en otras ocasiones, la condensación aparece cuando hay una diferencia importante entre la temperatura del interior de casa y la del exterior. Sobre todo en las estaciones frías, esto puede suponer un problema que nos provoca esa conocida sensación desagradable de tener aún más frío y puede conllevar un empeoramiento de tu salud y la de tus convivientes.
Otra pista para detectar el exceso de humedad es la pared del dormitorio. Presta atención a la aparición gradual de, primero pequeñas y luego grandes, manchas negras en las esquinas o en los bordes junto a la ventana. Se trata de moho que encuentra en los ambientes húmedos su lugar favorito para surgir y reproducirse.
Además de ser antiestéticas, el moho desprende una serie de partículas que afectan negativamente a la salud de todas las personas que viven en casa, sobre todo en las que tienen alguna alergia o enfermedad respiratoria como sinusitis o asma, pero también en los más ancianos y en los niños.
Lo principal para saber si tienes un exceso de humedad en la cama es estar pendiente del colchón y de la ropa de cama. El moho del que hablábamos antes se reproduce en cualquier superficie cuyo material es sensible a su proliferación, como la madera o los tejidos orgánicos.
Por eso es bueno que de cuando en cuando revises el colchón por todos sus lados en busca de estas manchas. Dale la vuelta y fíjate si tiene alguna zona más oscura o ennegrecida. Otra señal de que la humedad está invadiendo todo tu hogar es el olor.
El vapor de agua se introduce en todas las cosas; puertas, paredes, comida, libros, cajones, ropa… provocando un característico y desagradable olor a húmedo que incluso se pegará a tu cuerpo. Si detectas que tu colchón, tus sábanas, tu colcha o tu funda del nórdico desprenden ese hedor, no hay duda de que la presencia de humedad en tu casa está totalmente descontrolada.
Hay una serie de prácticas que a veces realizamos sin ser plenamente conscientes las repercusiones que pueden tener en las condiciones ambientales de casa que afecta directamente al estado de la humedad en cama. Toma nota para intentar mantener estas precauciones:
Ahora que ya tienes claras todas las consecuencias de no mantener a raya la presencia excesiva de humedad en la cama y cómo esta afecta directamente a tu salud, llega la hora de actuar.
Ponte en contacto con Sanysec para que uno de nuestros especialistas en humedades pueda hacerte un diagnóstico gratuito de los posibles problemas de humedad presentes en tu casa y para ponerle una solución definitiva y mantenida en el tiempo. ¿A qué esperas para pasar a la acción?