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Una de las herramientas más habituales para controlar el nivel de humedad de los hogares españoles es el deshumidificador de aire. Pero, ¿es recomendable utilizarlos?, ¿realmente acaban con la humedad relativa presente en el ambiente?
En este artículo nos adentraremos en su funcionamiento y te explicaremos en qué circunstancias puedes usar uno de estos aparatos. Con la instrumentación adecuada y la asistencia de un buen experto en humedades, podrás lograr mejorar considerablemente el confort en tu casa. ¡Sigue leyendo y no pierdas detalle!
Como hemos explicado en otras ocasiones, la humedad relativa más recomendable para las viviendas se sitúa entre el 40 y el 50%. Esto se debe, por un lado, a que las bacterias y virus perecen con una presencia de vapor de agua inferior al 40% y superior al 70%; y por otro a que una humedad inferior al 50% reduce sustancialmente la presencia de ácaros y hongos.
Por este motivo es necesario tener siempre un ojo puesto en algún medidor de humedad, como pueden ser los higrómetros, que monitorizan las condiciones ambientales de casa e incluso emiten avisos cuando algún indicador sobrepasa los niveles establecidos.
Los deshumidificadores de aire son equipos diseñados para extraer la humedad presente en el ambiente de una estancia. Al contrario de lo que mucha gente piensa, estos aparatos no modifican la temperatura ambiental, por lo que no puede sustituir a una estufa o un radiador. El aire que sale tendrá una temperatura muy similar a la del que entra. Su única función es recoger el aire húmedo y expulsarlo seco.
Normalmente se utiliza en habitáculos cerrados o en condiciones de aislamiento térmico deficientes, como pueden ser sótanos, desvanes o boardillas. Aunque si tu casa está en una zona climáticamente húmeda, como la cornisa cantábrica y la costa gallega o el Levante peninsular, puede interesarte conseguir uno de estos.
Su uso puede ayudarte a controlar temporalmente la presencia de vapor de agua en alguna habitación en particular, aunque no solucionará esta problemática ni impedirá que aparezcan las manchas de moho o los malos olores en los días más húmedos.
El funcionamiento de un deshumidificador de aire es bastante fácil de comprender. Se basa en el enfriamiento del aire para la extracción del vapor de agua mediante un proceso de condensación. Estos son los componentes que no pueden faltar en ningún deshumidificador casero:
Cuando colocamos un deshumidificador en un cuarto y lo activamos, el motor ventilador empezará a absorber el aire a su alrededor, introduciéndolo en el aparato. Seguidamente este pasa por un evaporador que estará a una baja temperatura; más concretamente a una temperatura inferior al punto de rocío.
De esta manera condensa el vapor de aire (al igual que pasa en las ventanas de casa) transformándolo a su estado líquido. Las gotas de agua resultantes caerán en el tanque del deshumidificador casero, a la espera de que lo vacíes.
El flujo de aire, ya completamente seco, continúa su camino a través del condensador, que tiene la función de aumentar de nuevo la temperatura del aire para que esté a un nivel similar a cuando entró en la máquina. Dejando atrás este condensador caliente, será impulsado por el ventilador y expulsado hacia afuera ya completamente seco.
Hemos observado cómo mucha gente tiene la creencia de que los deshumidificadores de ambiente eliminan completamente la humedad en cualquier circunstancia. Pero tenemos que tener en cuenta que estos aparatos tienen una capacidad limitada en cuanto a potencia, requiriendo estar encendidos durante bastante tiempo, con el consiguiente gasto de luz.
Además, la mayoría de ellos no tienen un tanque de más de 3,5 litros de capacidad, por lo que tendrás que ir vaciándolo rutinariamente en cuanto se llene.
Y no, un deshumidificador de aire no tiene el poder de acabar con el exceso de humedad permanentemente, sino que se concibe como una especie de parche a este problema. Si optas por uno, ten en cuenta que tendrás que estar pendiente de conectarlo todos los días e ir rotándolo por las deferentes estancias de casa.
Ahora que ya sabes los pros y los contras de utilizar un deshumidificador de aire para reducir la humedad de estancias específicas de tu casa, llega el momento de pasar a la acción y mejorar las condiciones térmicas y de aislamiento de tu vivienda.
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