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Seguro que en alguna ocasión has escuchado a alguien decir que cuando hace mal tiempo los huesos le duelen. O quizás tú mismo sufras este problema y te toque padecerlo cuando hay días de lluvia o con mucha humedad en tu casa o en el ambiente. Y es que la humedad en el ambiente es la causante de que se puedan ver agravadas distintas patologías y enfermedades.
La humedad y el dolor de espalda son dos cosas que pueden estar relacionadas, aunque, como iremos viendo a lo largo de este artículo, son muchos más factores los que pueden influir en que nos duela la espalda. Por eso, lo mejor es siempre acudir a especialistas médicos.
Con las enfermedades de tu hogar sucede algo parecido: ante la menor sospecha de que tu casa tenga problemas con la humedad, lo mejor es que acudas a profesionales en el tratamiento antihumedad.
Lo primero que hay que decir es que el frío y la humedad no son causantes directos de enfermedades en los huesos o articulaciones. Lo que sí es cierto es que las condiciones climatológicas adversas pueden tener como consecuencia el agravamiento de los síntomas en dolencias como los problemas musculares, óseos o articulares.
De esta forma podemos decir que el frío, la humedad y el dolor de espalda pueden estar relacionados. Si eres una de las personas que sufren o padecen de este tipo de problemas, eres una persona meteosensible.
El motivo del agravamiento de estos síntomas son las variaciones bruscas en la presión atmosférica. También existen algunos estudios que relacionan el frío con que exista una mayor rigidez en las articulaciones, lo que produce un aumento del dolor articular.
Al mismo tiempo, vivir en una casa que tenga problemas de humedades tampoco ayuda a que los síntomas de estas patologías no aparezcan con más intensidad y/o frecuencia. Por eso es importante vivir en un ambiente libre de humedad.
Lamentablemente, no hay un modo que resulte 100 % eficaz para prevenir la aparición de este tipo de molestias. Lo máximo que se puede conseguir es tratar de minimizar la posibilidad de sufrirlas, o en todo caso, si estos ya han hecho su aparición, reducir la intensidad de estos dolores. En cualquier caso, ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, lo mejor es acudir a un médico especialista.
Igual que sucede con el resto del sistema musculoesquelético, la humedad no solo afecta a la espalda, sino, como ya te hemos comentado, afecta a todas nuestras articulaciones. ¿Por qué pasa esto? Cuando nuestro cuerpo nota variaciones en el nivel de humedad ambiental, reacciona ante ello.
El frío y la humedad hacen que estemos más contraídos, más entumecidos, y eso nos provoque más contracturas o problemas en la espalda, en el cuello o en los hombros.
Existe una disciplina denominada biometeorología que se dedica a estudiar la relación entre las condiciones climáticas y su relación con la anatomía humana. Y es que el clima y nuestro bienestar están más relacionado de lo que pensamos. Un ejemplo de esto, ya lo hemos visto y es la relación entre la humedad y el dolor de espalda.
Es frecuente que, si vives en un ambiente húmedo o si tu casa tiene humedades, sean estas del tipo que sean, puedas ver cómo se agravan tus síntomas relacionados con las patologías del sistema musculoesquelético. La humedad y el dolor de espalda pueden estar relacionados, por eso es importante que compruebes cuál es el nivel de humedad en tu casa.
No puedes hacer nada por cambiar el clima exterior, pero sí puedes seguir algunos pasos que te van a ayudar a reducir la humedad ambiental dentro de tu hogar.
Una de las formas más comunes de reducir la humedad ambiental son, por ejemplo, los deshumidificadores o mantener las estancias de tu casa bien ventiladas para evitar la humedad por condensación.
No obstante, estas pequeñas soluciones caseras no son suficientes si el problema de humedad de tu casa proviene de fallas estructurales en la edificación. Por eso, ante el menor síntoma de humedades en casa, lo mejor es contactar con profesionales en el diagnóstico y tratamiento de esta patología.
Estos son los factores más comunes que pueden intervenir en que tu dolor de espalda sea peor. Ten en cuenta que todos ellos se relacionan entre sí y que, al mismo tiempo, se relacionan con tu sensibilidad a las condiciones meteorológicas que te rodean.
Ya has visto cómo se relacionan la humedad y el dolor de espalda. Está en tu mano mejorar las condiciones para que, si tó o los tuyos padecéis de este tipo de problemas, mejoréis vuestra calidad de vida. Al menor síntoma de humedades en tu vivienda, lo mejor es que acudas a profesionales.
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